domingo, noviembre 05, 2006

_____Bib Azahar.______
Revista de Poesía.
Nº 10

PRÓLOGO

Bib Azahar, lugar de encuentro de amigos y poetas, huerto fecundo en que los más jóvenes, casi niños, lanzan la semilla de sus palabras para poder seguir el ruedo vital a que se refería José María Hinojosa al hablar de su pueblo: “pegujal, rastrojo y barbecho”.

Lugar de encuentro también entre litorales de mares y océanos en que las palabras vuelan y navegan con la brisa de otros vientos y el aroma de diversos y ricos acentos, palabras que navegan y vuelan con el hálito de litorales de otros tiempos (“poesía de oro” para nosotros): Es el ruedo otra vez, en el espacio y en el tiempo.

Prados, Hinojosa, Altolaguirre “los malagueños del 27” no sólo fueron grandes poetas, sino que tuvieron en su haber un plus añadido sobre los demás: contribuyeron de forma decisiva a aglutinar al grupo poético más importante de los últimos tiempos, impulsando y dirigiendo aquel Litoral poético que urdió con aquéllos los mimbres de Lorca, Cernuda, Alberti, Villalón, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre..

Bib Azahar pretende seguir aquel ejemplo, con los mimbres de que disponemos. Este número es un paso más en ese ruedo que es la vida. Nuestro agradecimiento a quienes contribuyen a esta aventura.

Eduardo Quijano Bernal.


POESÍA DE ORO

“Málaga era entonces (mitad de los años veinte del siglo pasado) la capital de la poesía española”. Eso dijo el filósofo gaditano en el exilio Adolfo Sánchez Vázquez con motivo de su nombramiento como hijo adoptivo de la provincia de Málaga en abril de 2004. Y era la capital de la poesía española porque tres poetas malagueños, Emilio Prados, José María Hinojosa y Manuel Altolaguirre, impulsaron y dirigieron la que fue la mejor revista poética de entonces: la Revista Litoral, que sirvió para aglutinar a su alrededor lo que fue la Generación del 27. El año pasado fue el centenario del nacimiento del más joven de los poetas de aquella generación, Manuel Altolaguirre, conmemoración que fue celebrada con importantes actos, entre ellos, una espléndida exposición itinerante, que dio comienzo en el Palacio Episcopal de Málaga, a cuyos actos se sumó la Asociación Bib Azahar, tanto en el número anterior de la Revista como en cuatro recitales. Pasado ese evento nos queda la panorámica de aquella aventura malagueña, la labor colectiva. Fue precisamente en octubre de aquel año mágico, el 27, cuando lo más granado de los poetas y artistas de entonces se concierta y confabula para homenajear a Góngora, en el tercer centenario de su muerte, precisamente en el número triple (5, 6 y 7) de la Revista Litoral.
Por eso hemos escogido como POESÍA DE ORO uno de los sonetos más conocidos del poeta del siglo de oro, que reproducimos, según el texto depurado tras la oportuna investigación que ayuda a su mejor entendimiento.
(Eduardo Quijano Bernal)
SONETO X

Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido el sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira a tu blanca frente el lilio bello.
Mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano,
del luciente marfil tu gentil cuello,
goza cuello, cabello, labio y frente
antes que, lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, marfil luciente
no sólo en plata o víola troncada
se vuelva. Mas tú y ello juntamente,
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
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